Monday, October 24, 2011

DISCURSO DE RECEPCIÓN DEL PREMIO ARTURO TORO VENEGAS 2011

DISCURSO DE RECEPCIÓN DEL PREMIO ARTURO TORO VENEGAS 2011
por Tulio Mendoza Belio
Academia Chilena de la Lengua
Rancagua, domingo 16 de octubre de 2011.

Sr. Rector del Instituto O'Higgins Hno. Aldo Passalacqua Restini
Sr. Presidente del Centro de Exalumnos, don Mario Willatt
Autoridades presentes, exalumnas, exalumnos, alumnos, apoderados, amigos:

La entrega de una distinción, de un premio, de un reconocimiento, es un hecho social, cómplice y solidario que se agradece porque nos permite reflexionar sobre su sentido y su significado. Por unos momentos, y con sorpresa y emoción, detenemos el instante en que recibimos la noticia, lo revolucionamos, evaluándolo, le insuflamos nuevos bríos, plurales sensaciones para preguntarnos precisamente por aquello que nos emociona, que nos hace recordar, que nos devuelve algunos fragmentos del ayer, algunas viejas fotografías. Porque lo que se premia es casi siempre una trayectoria, un camino recorrido, un viaje, una aventura, una invención y el deseo que la ha alentado: tiempo humano con ansias de tiempo divino. Somos, como dice la canción de Eduardo Peralta, "una flecha dirigida al corazón del cielo" y el poeta Fernando González-Urízar, escribe: "Qué somos, Dios, qué somos sino polvo y silencio,/ nube de ciegos pájaros en busca del verano,/ ríos que solitarios se pierden en la muerte,/ podredumbre feliz, belleza desdichada." Sin embargo, como el hecho de haber sido postulado y elegido es algo que debe alegrarnos, no queremos que la melancolía de la nostalgia nuble y empañe una ocasión única e irrepetible. Y es que, al parecer, uno con los años deviene un devoto de las lágrimas, precisamente por esa tristeza de la pérdida que se torna cada vez más evidente e insoslayable. Un ejemplo de ello lo experimenté cuando redactaba estas palabras: al navegar por internet para indagar acerca de mis antiguos hermanos profesores, me di cuenta de que habían fallecido casi todos; es decir, lo vertiginoso de la tecnología (que se traduce en la malsana velocidad de nuestra actual sociedad de consumo), me trajo envasada la muerte con sólo ir oprimiendo el teclado. Tal vez era algo predecible: hace 37 años que egresé del Instituto, pero los seres y las cosas que uno admira y quiere, quedan como suspendidas en un tiempo ideal que es al cual uno siempre regresa para aliviar la herida de la vida.

Como todo acto cultural, la entrega de este galardón constituye un gesto y como tal, irradia múltiples significados: es un estímulo para seguir creciendo, para continuar una trayectoria que iniciamos justamente aquí, en esta ciudad, la tierra que me vio nacer un 24 de agosto de 1957 y en la cual transcurrió ese plazo precioso que es la infancia para todo poeta y que uno no logra nunca abandonar: el poeta que deja de ser niño, deja de ser poeta. Aquí, donde hicieron su vida mis entrañables abuelas Raquel Baharlía Salario y Corina Araya Ramírez; aquí donde mis padres, Estela y Tulio, me dieron la posibilidad de ser (en su doble acepción: la de existir y la de formarme); aquí donde crecí junto a mi hermana Vivian; aquí donde realicé mis estudios básicos y medios: la entonces Escuela N°3 de la calle Estado, el Rancagua College y este querido Instituto O’Higgins de los Hermanos Maristas, donde viví ocho intensos años de religioso y severo asombro; aquí donde aprendí la magia del juego y los mundos inventados, pero tan reales de la niñez y de la adolescencia: la plazuela de los enamorados con su pileta, sus árboles llenos de pájaros y ese pino ya desaparecido que, a nuestra edad, nos parecía un verdadero gigante; aquí donde aprendí los primeros poemas a la luz de Oscar Castro Zúñiga, Gabriela Mistral y Pablo Neruda y los poetas españoles de la generación del 27 con García Lorca como una antorcha de verdad en la noche más oscura; aquí donde ensayé mis primeros pasos por el difícil arte de la poesía; aquí, donde don Héctor González Valenzuela, Director del Diario “El Rancagüino”, gentilmente recibía y publicaba mis primeros artículos de crítica literaria y comentario de libros; aquí donde comencé a aprender mi siempre amada lengua francesa con Simone Badouin y Fresia Vigueras; aquí donde aprendí a amar el cine, la ópera y el tango; aquí donde fui profesor a los 17, en el entonces Liceo Nocturno, y a los 18 en el entonces Liceo de Niñas y en el Instituto Chileno-Francés de Cultura que funcionaba donde ahora está la Casa de la Cultura; aquí donde una mañana negra, a los 16, se me descompuso el alma; aquí también donde intimé con la palabra amor o lo que yo creía que era el amor; aquí, en fin, donde uno vuelve casi siempre, ya sea física o mentalmente, porque como en el poema de Edmond Haraucourt, “partir es morir un poco”, porque uno deja algo de sí cada vez que parte, “en toda hora y en todo lugar”, y es necesario volver, entonces, a buscar los fragmentos y recomponer la historia, sobre todo si ella es agradable, dichosa y querida, aunque, al decir de Neruda, nosotros los de entonces ya no seamos los mismos, ni la ciudad, ni sus calles, ni sus rostros. Por eso el poeta proyecta su historia vivida y padecida, la proyecta hacia el futuro, él mismo es ya tiempo venidero, esperanza y resurrección de la palabra, iconoclasta irreverente, porque goza y ha gozado el instante y ha consagrado su plenitud y quiere seguir siempre escribiendo, es decir, frecuentando la luz de la tormenta como el albatros de Baudelaire y la oscura intimidad de los que sueñan, para que este mundo, como dice Luis Antonio de Villena, que ni nos cumple ni nos sacia como verdaderamente quisiéramos, no nos resulte más extraño todavía.

Ingresé al Instituto O'Higgins de Rancagua, de la Congregación de los Hermanos Maristas, en 1967, a la edad de 10 años, a 5to. Básico (ese mismo año, el 8 de octubre hice mi primera comunión) y terminé el 4to. Medio en 1974, a los 17 años. Hasta 8vo. Año básico (13 años, 1970), fui un mal alumno, desordenado e indisciplinado; mi libreta de notas llegó al récor semanal de tener solamente calificaciones deficientes, "puros rojos", como solía decirse. Pero afortunadamente se produjo un giro necesario y tuve una enseñanza media como correspondía a un verdadero alumno del Instituto. Tal vez la lectura de "El extranjero", de Albert Camus, a esa corta edad, y la preocupación de mi madre, produjeron ese cambio radical.
De las fotos de curso que conservo, siempre recordé la nómina completa de casi todos mis compañeros, entre otros: Maldini, Ceroni, Galleguillos, Villalobos, Salinas, los mellizos Reyes Aliste, Vargas, Soto, Fariña, Hevia, Arellano, Aguilera, Pardo, Vega, Cantillana, Alacid, Muñoz, Fuentes, Villablanca, Salaya, Mardones y Ernesto de Jesús Castro Moraga con quien redacté el discurso de despedida de los cuartos medios para el acto de graduación de 1974 y que leí en el gimnasio de nuestro colegio.

Recuerdo al Sr. Núñez, mi profesor jefe, y a los temidos Hnos. Ismael de Cortés y Santiago Arraán; al Hno. Carlos, mi profesor de Música, al Hno. Fernando, mi profesor de inglés; al Sr. González, mi profesor de Historia; al Hno. Aldo Passalacqua, mi profesor de biología y uno de los primeros en hablar de los problemas ecológicos; al Sr. Fernando Pino Honorato, al Hno. Santiago Rosa Urquiza, al Sr. Bitar, al Sr. Osvaldo Ramos, mi profesor de Matemática. Sin embargo, para mi formación humana y profesional, fueron tres los hermanos maristas que influyeron con su saber, su entusiasmo y su enseñanza en lo que, posteriormente, se transformaría en ejemplo de vida e inapreciables y enriquecedoras lecturas que si bien no permiten cambiar el macromundo, el mundo exterior, como señala el gran poeta español Antonio Gamoneda, sí trabajan con insistencia y persistencia en esa ánima interna que transforma al individuo, estadio previo para poder ir cambiando esta nefasta sociedad de la diosa mercadotecnia, donde todo se vende, donde todo se compra, donde todo se transa.

El Hno. Miguel Baima Bugnone, mi profesor de francés, cómo no, Champita, como cariñosamente le decíamos, me ayudó a perfeccionar el idioma que después estudiaría en la Universidad de Concepción; el Hno. Gregorio Pastor Barbero, mi profesor de Castellano, cómo no, sencillo, servicial, discreto, y a quien me atreví a mostrarle mis primeros borradores de poemas; y el Hno. Juan Cebrián González, cómo no, Rector del Instituto y mi profesor de Castellano y Filosofía. Fue en su clase donde aprendí la métrica castellana y escribí mi primer poema. Ellos, hablando de Unamuno, García-Lorca, Rafael Alberti, Luis Cernuda, Dámaso Alonso y los clásicos españoles del Siglo de Oro: Garcilaso, Lope de Vega y Calderón de la Barca; Góngora y Quevedo. Cuando vuelvo la mirada hacia esa época, me doy cuenta de cómo muchas veces no sabe apreciar lo que se tiene cerca y que sólo más tarde, en el balance de una vida, uno puede aquilatar lo ganado y lo perdido y tratar de conservar lo uno y recobrar lo otro.

Pero estamos en 1973, época de turbulencia y desamparo, curso el tercer año medio, me veo entrando al Instituto O'Higgins por la puerta de calle Millán, deben ser las 8: 10 de la mañana, y la clase de Educación Cívica ya va a comenzar. Me entusiasma la materia, me mueve la utopía y todavía no me decepciona la política, estoy en un curso de letras y por consiguiente son cuatro horas a la semana en dos sesiones, dos días que tengo la suerte de estar con uno de los profesores que más quiero y admiro, por su bonhomía, su don de gentes, su preparación académica y, en particular, por lo atípico de su persona. Tenía tal vez algo de eso que suele llamarse la chispa de un huaso ladino, una simpatía mezclada con la formalidad de su profesión de abogado. Su voz grave, su costumbre de llevarse la mano al cuello de la camisa para acomodarlo y un curioso detalle que nunca he olvidado y que ahora comparto con ustedes como una simpática anécdota: en varias ocasiones me solicitó, ya con la confianza del maestro hacia el alumno, unos elásticos que yo siempre tenía, para usarlos como una suerte de esas antiguas ligas que los varones elegantes usaban para que los calcetines no se deslizaran inesperadamente hasta tocar los zapatos y dejar las piernas al descubierto. Nos dictaba la materia de memoria, nunca usó libros ni manuales y, en reiteradas ocasiones, la clase se desvió hacia la efervescente contingencia política, nada más natural si lo que se pretendía era educarnos cívicamente como personas responsables e instruidas, "buenos cristianos y honrados ciudadanos", como reza el lema de nuestro Instituto.

Al rememorar estos vívidos hechos, pienso que estábamos en una verdadera cátedra, en un colegio de excelencia, frente a un profesor que no sólo tenía que pasar lista y llenar páginas de contenidos generales, específicos y transversales, sino que, como en la antigua Grecia, casi al modo socrático, debía simplemente conversar con sus alumnos y ya se sabe que el verbo conversar, en la tercera acepción en desuso que señala el Diccionario de la Real Academia, significa "Vivir, habitar en compañía de otros." Pues bien, yo sentí que ese profesor no solamente me habló, sino que vivió conmigo y habitó mi morada del ser y como todavía me acompaña, puedo recordarlo con afecto, con admiración, con alegría. Ese maestro fue don Arturo Toro Venegas. Por esta razón, al recibir hoy este honroso galardón que lleva su nombre y que justicieramente lo recuerda, me siento agradecido, reconfortado, como rencontrándolo una vez más, como poniéndome de pie para saludarlo y decirle que dejó honda huella en nosotros y que gracias a él, podemos suscribir lo que expresa el famoso soneto de nuestro Premio Nacional de Literatura, Juan Guzmán Cruchaga:

Doy por ganado todo lo perdido
Y por ya recibido lo esperado
Y por vivido todo lo soñado
Y por soñado todo lo vivido.

La más viva congoja eché al olvido,
Del sueño más feliz no he despertado,
Y agradezco la pena que me han dado
Que en flor de serenidad se ha convertido.

La tristeza quemante del pasado
Tiene un color de sueño,
parecido al de la fuga del amor logrado.

Y es porque el ansia y la inquietud se han ido
Al recordar que el cielo prometido,
comienza por la herida del costado.

¡Muchas gracias!

CONCEPCIÓN, octubre de 2011.

Sunday, September 27, 2009

Tulio Mendoza Belio: Premio Municipal de Arte de Concepción 2009

Tulio Mendoza Belio: Premio Municipal de Arte de Concepción 2009

Monday, September 14, 2009

Entrevista en Vitrina Sur

Ceremonia de Incorporación a la Academia Chilena de la Lengua






Ceremonia de Incorporación a la Academia Chilena de la Lengua, Instituto de Chile, como Miembro Correspondiente por Concepción, del poeta Tulio Mendoza Belio. Auditorio de la Universidad de Concepción, martes 20 de abril de 2007.

© Tulio Mendoza Belio
La grabación de la ceremonia
está editada en formado DVD
por Ediciones Etcétera, Concepción,
Chile, 2007, Gedeón Producciones
(Juan Palma, Concepción),
20 de abril de 2007.



http://www.vimeo.com/990381

Entrevista al poeta Tulio Mendoza Belio por Esteban Sánchez y Óscar Vidal




Tulio Mendoza conversa con los carnestolédicos Oscar Vidal y Esteban Sánchez, en el marco de la investigación para el proyecto "Facultad Poética: 30 años de poesía". Café Años Luz, Concepción, octubre 2008.


http://video.google.com/videoplay?docid=5047509994305108713#

Thursday, December 18, 2008

Harel Skaat





Harel Skaat (en hebreo: הראל סקעת) es un cantante israelí que se hizo famoso luego de quedar en segundo lugar en la segunda temporada de Kohav Nolad ("Nace una estrella") en 2004. Nació el 8 de agosto de 1981 en K'far Saba.


Tres bellísimas canciones cantadas en hebreo:

1. Harel Skaat (הראל סקעת) Ahvnu (2005)

http://www.youtube.com/watch?v=nKGcrNeOsdA&feature=related

2. Harel Skaat (הראל סקעת) Kol Htziporim

http://www.youtube.com/watch?v=4WPC-
_ufvWU&feature=related

3. Harel Skaat
(הראל סקעת) Veraity

http://www.youtube.com/watch?v=DPMeUUnxp_
Y&feature=related


En 1987, cuando tenía 6 años, Skaat comenzó su camino artístico cuando empezó, ganando en el Festival de canciones de niños, "Kohavim Laerev-Kohav Nolad" ("Estrellas para una noche-Nace una estrella") con la interpretación de la canción "Ima, havini" ("Mamá, entienda"). Luego, el mismo año, participó en un capítulo del programa para niños "Parpar Nejmad" ("Linda Mariposa"). ‏Estudió en el colegio secundario Galili, donde participaba activamente en las actividades artísticas y culturales del mismo.

Durante su servicio militar, sirvió en el coro militar "Jeil Jakesher". Luego del servicio, comenzó a estudiar en la escuela de actuación Beit Tzvi. A lo largo de sus estudios, lanzó su primer single con el nombre "Ein od sikuy"( "No queda más chance"), el cual no tuvo mucho éxito.

En 2002 llegó al sexto lugar en el concurso "Hamelej Haba" ("El próximo rey") que fue transmitido en el canal Briza de Yes. El primer lugar lo ganó Rafael Mirila, y el tercero Ninet Tayeb. ‏Más adelante los tres fueron finalistas en "Kohav Nolad".

En 2004 participó en los audiciones en Haifa para la segunda temporada del programa musical del canal 2 para "Kohav Nolad". Luego de ser aceptado, dejó sus estudios y se convirtió rápidamente en uno de los concursantes más votados y más queridos por los jueces y la audiencia del programa. En las diferentes etapas interpretó las canciones "Betoj"("Adentro"), que fue escrita por Yael Tevet y compuesta por Yair Rozenblum, "Bdidut" ("Soledad"), que cantó antes Izhar Kohen y "Odeni Yeled" ("Todavía soy un niño") de la banda "Hakol Over Jabibi". Todas sus interpretaciones se hicieron muy populares y le aseguraron un lugar en la final. El 15 de agosto de 2004 compitió en la final de "Kohav Nolad 2" en Hof Nitzanim al lado de Harel Moyal y Adi Kohen. En la final interpretó la canción de Yoram Gaon "Hineni Kan" ("Aquí estoy"). A pesar de las probabilidades a su favor tanto de los medios como de los espectadores del programa, Skaat terminó en segundo lugar, perdiendo contra Harel Moyal. Luego de la final hubo rumores de que los resultados fueron falsificados por la producción o por los votantes por internet, y hasta hubo manifestaciones de los fans, exigiendo de la aclaración de los resultados.

A pesar de que no ganó en el concurso "Kohav Nolad", Skaat tuvo mucha popularidad con el público juvenil, muchos grupos de fans y hasta la simpatía de los críticos. El mismo año participó en el Festival junto a Ninet Tayeb, Ran Danker y Harel Moyal, donde interpretó la canción "Lauf" ("Volar") que fue escrita por Liron Lev y Doron Medli, y compuesta por Ohad Hitman.

En 2005, fue elegido para cantar el Himno Israelí (Hatikvah) en el partido de fútbol entre Israel y Francia.

En Mayo de 2005, firmó con la discográfica "Hed Arzi", y empezó a crear su primer álbum. En agosto del mismo año participó en el musical "Mi shehalam" (El que soñò) junto con Oded Teomi, Gila Almagor y Hani Nahmias. En el mismo interpretó dos personajes, uno fue Uri Ilem, el mejor amigo de Isaac Rabin de Hapalamah, y el otro-el hijo de Ilem.

En Marzo de 2006 salió el primer single del primer álbum de Harel "Ve'At".La canción fue escrita y compuesta por Keren Peles y producida por Izhar Ashdot. La canción tuvo mucho éxito y subió rápidamente al primer lugar de las charts de la radio Israelí "Galgalatz". En la misma época se inició la producción de una serie documental en la compañía de celulares Cellcom de las grabaciones de Skaat. Después de otros dos singles, "Kama od efshar" ("Cuánto mas se puede") y "Mashehu mimeni"("Algo de mi"), salió a la venta en Julio de 2006 su primer álbum, que rápidamente se hizo disco de Oro. Luego, salió en la radio el single "Kol hatziporim" ("Todos los pájaros"), que fue escrito y compuesto por Keren Peles.

Harel Skaat lanzó su primer álbum, Harel Skaat (הראל סקעת), en el verano de 2006. Su single Ve'At ("y Tu"), y el álbum llegaron a los primeros puestos en las radios Israelíes y ganó muchos premios. Fue elegido para ser "El hombre del 2006 en la música Israelí" por Keshet, "El cantante de 2006" en el "Concurso de canciones en Hebreo" y ganó el premio de "Cantante del año" y "Canción del año" ("Ve'At") en el 24 Israeli Music Channel's A.M.I Contest.

Sunday, June 15, 2008

Léo FERRÉ























"Il faudra réécrire l'histoire littéraire un peu différemment à cause de Léo FERRÉ" (Louis ARAGON)

"Habrá que reescribir la historia literaria de manera un poco diferente a causa de Léo Ferré" (Louis Aragon)

***
Léo FERRÉ es un artista completo: poeta, compositor, cantante, director de orquesta, novelista, intelectual, anarquista...

Léo Ferré mezcló el lirismo con el argot; el amor con la anarquía; la sencillez de la palabra con la belleza surrealista de sus imágenes; frecuentó el ritmo del jazz y la java; el tempo de la vida con sus lentitudes y velocidades; su música es sencillamente extraordinaria...


Léo Ferré (24 de agosto de 1916 - 14 de julio de 1993). Natural de Mónaco, estuvo vinculado con el movimiento anarquista y trabajó en Radio Libertaire. Junto con Jacques Brel y Georges Brassens, es uno de los grandes compositores de canciones en francés.

En los siguientes enlaces puedes escuchar (que es oír con atención), su bellísima canción "Avec le temps" (Con el tiempo) y una versión en hebreo del cantante Aviv Gefen.

http://mediaplayer.archives.tsr.ch/chanson-ferre/3.wmv

http://www.youtube.com/watch?v=aiXcUTTLud4

http://www.youtube.com/watch?v=CKQFjliB0Vc


Con traducción al inglés: http://www.youtube.com/watch?v=9BBFbYFFl9w

Aviv Gefen (canta en hebreo): http://www.youtube.com/watch?v=JrHZjG6JE5Y


He realizado una traducción del texto de la canción para los que no sepan francés (en algunas partes señalo otra posibilidad para una mejor comprensión):

Avec le temps, va, tout s'en va
(con el tiempo, va, todo se va)

on oublie le visage et l'on oublie la voix
(se olvida el rostro y se olvida la voz)

le cœur, quand ça bat plus, c'est pas la peine d'aller
(el corazón, cuando ya no late, no vale la pena ir)

chercher plus loin, faut laisser faire et c'est très bien
(a buscar más lejos, es necesario dejar hacer y está muy bien)

Avec le temps
(con el tiempo...)

avec le temps, va, tout s'en va
(con el tiempo, va, todo se va)

l'autre qu'on adorait, qu'on cherchait sous la pluie
(el otro [ese] [la otra, esa] al que [a la que] adorábamos, al que [a la que] buscábamos bajo la lluvia) [a quien....]

l'autre qu'on devinait au détour d'un regard
(el otro [ese] [la otra, esa] al que [a la que] al que [a la que] adivinábamos en el rodeo de una mirada)

entre les mots, entre les lignes et sous le fard
(entre palabras, entre líneas y bajo el máscara [maquillaje])

d'un serment maquillé qui s'en va faire sa nuit
(de un juramento maquillado que se va a dormir)

avec le temps tout s'évanouit
(con el tiempo todo se desvanece)

Avec le temps
(con el tiempo)

avec le temps, va, tout s'en va
(con el tiempo, va, todo se va)

mêm' les plus chouett's souv'nirs ça t'a un' de ces gueules
(incluso los más bellos recuerdos, vaya pinta que tienen

à la gal'rie j'farfouille dans les rayons d'la mort
(en la galería revuelvo en los anaqueles de la muerte)

le samedi soir quand la tendresse s'en va tout' seule
(el sábado por la tarde cuando la ternura se va, completamente sola)

avec le temps
(con el tiempo)

avec le temps, va, tout s'en va
(con el tiempo va, todo se va)

l'autre à qui l'on croyait pour un rhume, pour un rien
(el otro [ese] [la otra, esa] al que [a la que] al que [a la que]el otro a quien le creíamos por un resfrío, por una insignificancia)

l'autre à qui l'on donnait du vent et des bijoux
(el otro [ese] [la otra, esa] al que [a la que] dábamos viento y joyas

pour qui l'on eût vendu son âme pour quelques sous
(por quien hubiéramos vendido nuestra alma por algunos centavos)

devant quoi l'on s'traînait comme traînent les chiens
(delante de quien uno se arrastraba como se arrastran los perros)

avec le temps, va, tout va bien
(con el tiempo va, todo va bien)


Avec le temps
(con el tiempo...)

avec le temps, va, tout s'en va
(con el tiempo se va, todo se va)

on oublie les passions et l'on oublie les voix
(se olvidan las pasiones y se olvidan las voces)

qui vous disaient tout bas les mots des pauvres gens
(que te decían bajito las palabras de las personas sencillas)

ne rentre pas trop tard, surtout ne prends pas froid
(no regreses demasiado tarde, sobre todo no te resfríes)


Avec le temps
(con el tiempo)

avec le temps, va, tout s'en va
(con el tiempo va, todo se va)

et l'on se sent blanchi comme un cheval fourbu
(y uno se siente envejecido como un caballo rendido)

et l'on se sent glacé dans un lit de hasard
(y uno se siente helado en un lecho de azar)

et l'on se sent tout seul peut-être mais peinard
(y uno se siente absolutamente solo quizás, pero tranquilo)

et l'on se sent floué par les années perdues
(y uno se siente engañado por los años perdidos)

alors vraiment
(entonces, verdaderamente)

avec le temps on n'aime plus
(con el tiempo uno ya no ama [uno deja de amar])

[ (c)Tulio Mendoza Belio]



MALDITOS, HETERODOXOS Y ALUCINADOS
Leo Ferré, el último de los poetas malditos de Francia (y LXXV)

JAVIER MEMBA

Más conocido como cantante -tal vez fuera la figura más compleja no ya de la canción francesa, sino de la universal- Leo Ferré fue también el último de los poetas malditos que diera la lengua de Baudelaire, además de un estimable novelista en títulos como la autobiográfica 'Benoît Misère'. No es en modo alguno baladí que Alain Verjat lo incluyera en el capítulo dedicado a la literatura gala de postguerra de la "Historia universal de la literatura" o que Raymond Queneau escribiera sobre él, y el resto de los cantantes que animaban los establecimientos donde bebían los existencialistas: "La canción no es en absoluto un arte menor. En pocos años se ha convertido en algo inteligente, divertido, sensible, satírico, en una palabra, interesante".

Nacido en Mónaco, el 24 de agosto de 1916, el origen de su rebeldía se remonta a su estancia en el colegio de Saint-Charles, de los Hermanos de las Escuelas Cristianas, en la localidad italiana de Bordighera. Señala Sergio Laguna, el biógrafo español del gran Ferré, que "las pequeñas injusticias gratuitas, los sórdidos y lamentables sentimientos de egoísmo que le rodearon" le impulsaron a desarrollar el "juicio crítico y a conocer la trama de los escondidos intereses que gobiernan la sociedad". El mismo Ferré titula "En prisión" el capítulo dedicado a su internado de 'Benoît Misère' y apunta en él: "sotanas negras de mi duelo de ocho años, que tenían debajo de los faldones de hombre un sexo de hombre, y una verdadera enfermedad de la soledad. Gigantescos bolsillos agujereaban la virtud de estos miserables, en los que sus manos removían, pienso hoy día, toda una ciénaga de húmedos deseos".

Estudiante de leyes, Ciencias Políticas y Filosofía en el París de 1935, lo que verdaderamente le interesa a la sazón es la poesía y la música. Aunque acaba las tres carreras que empieza obedeciendo a los deseos de su familia, nunca llegará a ejercer ninguna de ellas. Émulo de Thoreau, inicia una experiencia rural en una granja abandonada de Provenza. Pero a Madelaine, su mujer de entonces le aburre el campo y el poeta ha de regresar a la ciudad. Tras una experiencia como locutor en Radio Montecarlo, Leo Ferré llega a París en 1946. Sus canciones de entonces son "Le Scaphandrier", "Les temps de roses rouges", "L’inconnu de Londres" y las interpreta en Le Boeuf sur le Toit, un cabaret frecuentado por Jean Cocteau, René Clair y la crema de la intelectualidad. El éxito no se hace esperar. Durante las cinco décadas siguientes compondrá casi 600 piezas, pero jamás llegará a entrar en los cauces al uso por los cantantes convencionales. Lo suyo "es la locura lúcida", escribe Laguna.

Prologuista de 'Poemas Saturninos' en una de las ediciones más logradas del texto de Verlaine, la bibliografía de Ferré incluye ensayos, críticas y monólogos. Tal vez estos últimos, que el artista recitaba en el escenario con violencia, sean lo más representativo de su personalidad. Anarquista confeso, sus recitales fueron auténticos mítines libertarios: "Hablo, ladro como un perro. Soy un perro", repetía en "Le chien".

Autor de óperas como "La canción del mal amado", fruto de su admiración por Apollinaire y "L’ ópera du pauvre", de entre su bibliografía, integrada por 10 títulos, cabe destacar los poemas reunidos en "Paroles el musiques de tout une vie", "Alma Matrix", "Le Methode" o una última novela, "Marie Jeanne". Inmerso en distintos proyectos, como era su costumbre, Léo Ferré murió en 1993.

OTRAS BELLAS COMPOSICIONES:

REQÜIEM http://www.youtube.com/watch?v=gLDZwakJV6A&feature=related

CETTE BLESSURE http://www.youtube.com/watch?v=jqcWh4EVYzM&feature=related

LA MORT DES LOUPS http://www.youtube.com/watch?v=A_f7cKUY2yc&feature=related

C'EST EXTRA http://www.youtube.com/watch?v=x0rMSHdi5Jw&feature=related

COMME À OSTENDE (Letra de Jean-Roger Caussimon) http://www.youtube.com/watch?v=W5osDoKxeJM

PEPÉE http://www.youtube.com/watch?v=3hbAkwV5ZQs&feature=related

LES ANARCHISTES http://www.youtube.com/watch?v=jUFm8UsHPWw

TU NE DIS JAMAIS RIEN http://www.youtube.com/watch?v=CKQFjliB0Vc




Sunday, March 23, 2008

Edmundo Rivero, el feo que canta lindo




¡Qué modo de cantar el tango! ¡Qué perfección! Edmundo Rivero tiene un timbre de voz que siempre me gustó, que siempre me dijo algo, química, analogía del aire. Aquí va su biografía y una pequeña selección de su arte ("Trenzas", bellísimo tango, es en su interpretación algo soberbio, magnífico).


http://es.wikipedia.org/wiki/Edmundo_Rivero



Edmundo Rivero – Trenzas

Teatro Colón de Mar del Plata - Orquesta Municipal de Tango de Mar del Plata - director Julio Davíla.

http://www.youtube.com/watch?v=rS57Cfl2ToY

Trenzas
Tango
1945
Música (ir a la partitura): Armando Pontier
Letra: Homero Expósito

Trenzas,
seda dulce de tus trenzas,
luna en sombra de tu piel
y de tu ausencia.
Trenzas que me ataron en el yugo de tu amor,
yugo casi de blando de tu risa de tu voz...
Fina
caridad de mi rutina,
me encontré tu corazón
en una esquina...
Trenzas de color de mate amargo
que endulzaron mi letargo gris.

¿Adónde fue tu amor de flor silvestre?
¿Adónde, adónde fue después de amarte?
Tal vez mi corazón tenía que perderte
y así mi soledad se agranda por buscarte.
¡Y estoy llorando así
cansado de llorar,
trenzado a tu vivir
con trenzas de ansiedad... sin ti!
¡Por qué tendré que amar
y al fin partir!

Pena,
vieja angustia de mi pena,
frase trunca de tu voz
que me encadena...
Pena que me llena de palabras sin rencor,
llama que te llama con la llama del amor.
Trenzas,
seda dulce de tus trenzas,
luna en sombra de tu piel
y de tu ausencia,
trenzas,
nudo atroz de cuero crudo
que me ataron a tu mudo adiós...


Edmundo Rivero - Melodía de Arrabal

Teatro Colón de Mar del Plata - Orquesta Municipal de Tango de Mar del Plata - director Julio Davíla.

http://www.youtube.com/watch?v=xNHyNijMiYQ&feature=related


Melodía de arrabal
Tango 1932
Música (ir a la partitura): Carlos Gardel
Letra: Alfredo Le Pera / Mario Battistella



Barrio plateado por la luna,
rumores de milonga
es toda su fortuna.
Hay un fueye que rezonga
en la cortada mistonga,
mientras que una pebeta,
linda como una flor,
espera coqueta
bajo la quieta
luz de un farol.

Barrio... barrio..
que tenés el alma inquieta
de un gorrión sentimental.
Penas...ruego...
¡esto todo el barrio malevo
melodía de arrabal!
Barrio... barrio...
perdoná si al evocarte
se me pianta un lagrimón,
que al rodar en tu empedrao
es un beso prolongao
que te da mi corazón.

Cuna de tauras y cantores,
de broncas y entreveros,
de todos mis amores.
En tus muros con mi acero
yo grabé nombres que quiero.
Rosa, "la milonguita",
era rubia Margot,
en la primer cita,
la paica Rita
me dio su amor.

Edmundo Rivero – Amablemente

Teatro Colón de Mar del Plata - Orquesta Municipal de Tango de Mar del Plata - director Julio Davíla.

http://www.youtube.com/watch?v=VSEYDpTcpCQ




La encontró en el bulín y en otros brazos...

Sin embargo, canchero y sin cabrearse,
le dijo al gavilán: "Puede rajarse;
el hombre no es culpable en estos casos."

Y al encontarse solo con la mina,
pidió las zapatillas y ya listo,
le dijo cual si nada hubiera visto:
"Cebame un par de mates, Catalina."

La mina, jaboneada, le hizo caso
y el varón, saboreándose un buen faso,
la siguió chamuyando de pavadas...

Y luego, besuqueándole la frente,
con gran tranquilidad, amablemente,
le fajó treinta y cuatro puñaladas.

Edmundo Rivero - LA ULTIMA CURDA

Teatro Colón de Mar del Plata - Orquesta Municipal de Tango de Mar del Plata - director Julio Davíla.

http://www.youtube.com/watch?v=kzZT5hTYYOs


La última curda
Tango




Lastima, bandoneón,
mi corazon
tu ronca maldición maleva...
Tu lágrima de ron
me lleva
hasta el hondo bajo fondo
donde el barro se subleva.
¡Ya sé, no me digás! ¡Tenés razón!
La vida es una herida absurda,
y es todo tan fugaz
que es una curda, ¡nada más!
mi confesión.

Contame tu condena,
decime tu fracaso,
¿no ves la pena
que me ha herido?
Y hablame simplemente
de aquel amor ausente
tras un retazo del olvido.
¡Ya sé que te lastimo!
¡Ya se que te hago daño
llorando mi sermón de vino!

Pero es el viejo amor
que tiembla, bandoneón,
y busca en el licor que aturde,
la curda que al final
termine la función
corriéndole un telón al corazón.
Un poco de recuerdo y sinsabor
gotea tu rezongo lerdo.
Marea tu licor y arrea
la tropilla de la zurda
al volcar la última curda.
Cerrame el ventanal
que quema el sol
su lento caracol de sueño,
¿no ves que vengo de un país
que está de olvido, siempre gris,
tras el alcohol?...

Edmundo Rivero - El conventillo

Teatro Colón de Mar del Plata - Orquesta Municipal de Tango de Mar del Plata - director Julio Davíla.

http://www.youtube.com/watch?v=6eNaMqg96nU

Edmundo Rivero canta Sur de Anibal Troilo

http://www.youtube.com/watch?v=w0pt3h9LshU&feature=related

Sur
Tango
1948


San Juan y Boedo antigua, y todo el cielo,
Pompeya y más allá la inundación.
Tu melena de novia en el recuerdo
y tu nombre florando en el adiós.
La esquina del herrero, barro y pampa,
tu casa, tu vereda y el zanjón,
y un perfume de yuyos y de alfalfa
que me llena de nuevo el corazón.

Sur,
paredón y después...
Sur,
una luz de almacén...
Ya nunca me verás como me vieras,
recostado en la vidriera
y esperándote.
Ya nunca alumbraré con las estrellas
nuestra marcha sin querellas
por las noches de Pompeya...
Las calles y las lunas suburbanas,
y mi amor y tu ventana
todo ha muerto, ya lo sé...

San Juan y Boedo antiguo, cielo perdido,
Pompeya y al llegar al terraplén,
tus veinte años temblando de cariño
bajo el beso que entonces te robé.
Nostalgias de las cosas que han pasado,
arena que la vida se llevó
pesadumbre de barrios que han cambiado
y amargura del sueño que murió.

Piazzolla "Jacinto Chiclana" (J.L.BORGES) canta: Edmundo Rivero

http://www.youtube.com/watch?v=fdrG3JnPwJU&feature=related

Piazzolla "A Don Nicanor Paredes" (J.L.BORGES) canta: Edmundo Rivero

http://www.youtube.com/watch?v=WDc5H7lO_j0&feature=related

Edmundo Rivero canta Piazzolla y Borges

http://www.youtube.com/watch?v=uMTpjOxeJz4&feature=related

Apología Tanguera - Edmundo Rivero

http://www.youtube.com/watch?v=RjEuQqOoyOE&feature=related

Edmundo Rivero - Las Cuarentas

http://www.youtube.com/watch?v=Gm7ewgrcrpo&feature=related

Edmundo Rivero_La Comparsita

http://www.youtube.com/watch?v=9t1wm7XgPUc&feature=related

Suplicando a la cruz - Edmundo Rivero

http://www.youtube.com/watch?v=bNbR2FsFpNg&feature=related

La toalla mojada de Edmundo Rivero (milonga)

http://www.youtube.com/watch?v=aIBufYG4d8M&feature=related

La toalla mojada
Milonga 1969
Letra y Música: Edmundo Rivero

Era un ambiente turbio de nocheras,
cerca de la cañada.
Había una milonga, El Chantecler,
alias Toalla Mojada.
Era un ambiente espeso de varones,
shacadores de minas y malandras.
Había un tallador y lo llamaban,
por nombre, Aldo Saravia.

No había escruche, ni peca, ni a copera
que no diera mancada
y a la Chichi Toyufa la fajaba
con su toalla mojada.
Por eso era famosa esa milonga,
por ese Aldo Saravia,
tallador de la vida y de sus cosas,
por su pinta y su labia.

Nunca hubo shomería en sus acciones,
ni taquero que sacara tajada,
cuando él incursionaba papelitos
sin darse la fajada.
Por eso me gustaba la milonga
de la Toalla Mojada,
porque estaba el ambiente que yo quiero
y el macho Aldo Saravia,
que le fajó hasta el nombre al Chantecler
con su toalla mojada.

Sunday, February 10, 2008

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